octubre 15, 2024
17 de octubre: Cuando el movimiento obrero ingresa en la historia

El 17 de octubre y su significado histórico para Argentina

El movimiento obrero en Argentina tiene una historia que se remonta mucho antes de 1945. Desde las invasiones inglesas, pasando por la resistencia contra los imperios anglofranceses y la oposición a la política liberal de Mitre, los trabajadores y los sectores populares han estado presentes en momentos clave para la construcción de la identidad nacional.

Sin embargo, el 17 de octubre marca un hito importante en la participación obrera en la historia de Argentina. En ese día, identificamos la presencia de los trabajadores insertos en la modernidad industrial, involucrados con sus problemáticas y con consignas propositivas. El objetivo principal era defender a un líder, Juan Domingo Perón, quien estaba transformando el nivel de vida de la mayoría de los argentinos. Detrás de esta defensa también se encontraba un acto de voluntad y autodeterminación, ya que Argentina no podía volver a ser una semicolonia. En Perón y en la organización del movimiento obrero se veía la posibilidad de fusionar la cuestión nacional con la cuestión social.

En el contexto previo a 1943, Argentina era considerada una semicolonia del Imperio Británico. A pesar de la Segunda Guerra Mundial, la relación con Gran Bretaña seguía siendo la misma. Ante esta situación, la oligarquía liberal intentó reforzar sus lazos con la corona, pero era demasiado tarde. Gran Bretaña se había convertido en el aliado imperial de Estados Unidos, lo que implicaba cambios en el orden mundial. Argentina ya no podía depender de Europa y era necesario avanzar en la planificación de la economía y en la lectura del conflicto social desde una mirada que incluyera a todas las partes perjudicadas por el antiguo pacto imperial y liberal.

El surgimiento de Perón y su enfrentamiento con un mundo en crisis y en peligro de una Tercera Guerra Mundial, tutelado por Estados Unidos y marcado por las consecuencias de la Segunda Guerra, planteó la necesidad de planificar, organizar y buscar la autonomía para construir un verdadero Estado moderno y ser un país verdaderamente independiente.

En los días previos al 17 de octubre, el movimiento obrero percibía una amenaza contra Perón y sus conquistas sociales. Los trabajadores, cansados de promesas vacías, priorizaban las realidades materiales sobre las ideologías importadas. Es así como más de 20 sindicatos se unieron en una huelga general el 15 de octubre. Algunos dirigentes sindicales vacilaron en un primer momento respecto al apoyo a Perón por tratarse de un militar, pero finalmente se sumaron a la defensa del líder. El Comité Central Confederal, reunido el 16 de octubre, declaró la huelga revolucionaria con el objetivo de condenar la entrega del gobierno a la Corte Suprema y a la oligarquía, exigir un gobierno democrático, elecciones libres, el levantamiento del estado de sitio y el mantenimiento de las conquistas sociales.

El movimiento obrero ingresó a la historia el 17 de octubre, poniendo en discusión y revertiendo conceptos y prioridades. Mientras los obreros luchaban por objetivos concretos y demandas palpables, los supuestos representantes obreros del comunismo y el socialismo consideraban las manifestaciones del 17 de octubre como traición o insultos a la conciencia de clase.

En este contexto, Scalabrini Ortíz se convierte en un intérprete excepcional de las jornadas de octubre. En su relato, describe a los manifestantes como trabajadores provenientes de diversos ámbitos, como talleres, fábricas y comercios. También destaca la mezcla entre lo rural y lo urbano, representando la diversidad y unidad de la clase obrera. El 17 de octubre permitió el inicio de un experimento excepcional en Argentina, donde hombres y mujeres de diferentes barrios porteños y cordones industriales del Gran Buenos Aires, así como de distintas regiones del país, se unieron en la Plaza de Mayo. Era la foto de la nación en ese momento y el comienzo de un nuevo capítulo en la historia argentina.

El 17 de octubre marcó el ingreso de la clase obrera en la historia nacional, demostrando que los grandes cambios se logran a través de la paciencia, la creatividad, la voluntad, la organización y la comunidad. El protagonista del cambio no es el hombre solo, sino la comunidad unida en la búsqueda de un final feliz.

Resumen de la noticia

– El movimiento obrero en Argentina no se limita a partir de 1945, ha tenido implicancias históricas en eventos como las invasiones inglesas y la resistencia a las políticas liberales.
– El 17 de octubre de 1945 marca un hito importante en la participación del trabajador en la modernidad industrial y su lucha por mejorar las condiciones de vida.
– Argentina era una semicolonia del Imperio Británico antes de 1943, y era necesario un líder que pudiera comprender los cambios globales y liderar la planificación económica y la unión entre la cuestión nacional y social.
– En ese momento, varios países de América Latina también estaban experimentando gobiernos nacionalistas y enfrentando el imperialismo estadounidense.
– En los días previos al 17 de octubre, el movimiento obrero estaba en conflicto debido a los intentos de detener a Perón, pero finalmente se organizó una huelga general y el movimiento obrero ingresó a la historia con su emergencia.

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